8 de enero de 2011

Amenazan con embrujar a los funcionarios si les imponen nuevos cobros

¿Como que nos vamos coperando para el boleto de avion no?

El nuevo impuesto a la brujería fue puesto en vigor el sábado pasado en el país, pero las trabajadoras de lo oculto tienen muy bajas ganancias como para poder costearlo


MOGOSOIA, RUMANIA (05/ENE/2011).- Un consuelo para los gobernantes del mundo que tratan de imponer dolorosas medidas de austeridad: al menos no les toca gobernar Rumania.

Brujas furiosas están usando excremento de gatos y perros muertos para echar maldiciones sobre el presidente y el gobierno, que les obligan a pagar impuestos. Adicionalmente, el próximo blanco de los recaudadores serán los adivinos, quienes probablemente ya lo veían venir.

No es cosa de risa para el presidente Traian Basescu. En un país donde los supersticiosos son la mayoría, el presidente y sus asesores visten de púrpura cada jueves para ahuyentar a los demonios.

Brujas de las regiones orientales y occidentales del país descenderán el jueves a las llanuras centrales y el río Danubio para amenazar al gobierno con conjuros y demonios. El color malva es de alta vibración, da a quien lo usa una superioridad que le permite rechazar el mal, dice el grupo esotérico Llama Violeta, que practica los jueves.

Una decena de brujas irán al Danubio para echarle una maldición al gobierno y arrojar mandrágora al río "para que el mal les asalte", dijo una bruja llamada Alisia. Es costumbre entre ellas identificarse con un solo nombre.

"La ley es necia ¿Qué impuesto quieren cobrar, si ganamos tan poco?", preguntó durante una entrevista telefónica el miércoles. "Los legisladores no se miran a sí mismos, cuánto ganan, sus tretas. Roban y nos piden que echemos conjuros sobre sus enemigos".

El impuesto a la brujería entró en vigencia el sábado. Como cualquier persona que trabaja por cuenta propia, cada bruja pagará un impuesto a los ingresos del 16% y hará aportes a los sistemas de salud y jubilación.

Lo mismo sucederá con los astrólogos, embalsamadores, valets e instructores de manejo de vehículos, aunque posiblemente será difícil aplicar la ley, ya que los pagos son en efectivo y en sumas relativamente bajas, de 20 a 30 lei (siete a 10 dólares) por consulta.

Fuente: El informador

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