Aunque en el segundo trimestre del año, México registró a 2.5 millones de personas desempleadas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), eso no impide que algunos profesionistas tomen la decisión de renunciar.
Y lo hacen por cinco razones: falta de promoción, de visión por parte de la compañía, de jefes que no saben o no comunican los objetivos de la organización, sobrecarga laboral, y un traslado largo de la casa a la oficina, señala una investigación realizada por el proveedor para soluciones de trabajo Regus.
La investigación confirma que 53% de los empleados encuestados considera abandonar su empleo actual porque su empresa no lo toma en cuenta para una promoción. Mientras que el 43% no se quedaría en la organización por la escasa comunicación que existe de parte de los directivos.
Algunas veces "al termino de las vacaciones de verano, los empleados realizan una reflexión sobre su actual empleo y el futuro que les ofrece. Diversos informes indican que México es uno de los países donde los colaboradores son más propensos a cambiar de trabajo en el próximo año", comenta la directora de Regus México, Mónica Cati Cerda.
Cuando los jefes se enfrentan a una renuncia, generalmente lo primero que viene a la mente es un empleado que busca "más dinero", pero detrás de esa decisión puede haber otras razones, por ejemplo, sentirse desmotivados porque no existe una línea clara de cómo hacer el trabajo, o hasta haber cambiado la oficina a una zona más alejada, describe el consultor de recursos humanos, Leigh Branham, autor del libro The 7 Hidden Reasons Employees Leave.
"Las personas hacen cosas para provocar la reacción del jefe, como empezar a evidenciar la falta de liderazgo en el grupo con los directores, o hasta tomar más tiempo para sus asuntos personales. Pero muchas veces, aunque el superior se percate de esa actitud no hace caso a las señales, sigue preocupándose por sacar lo urgente y hasta endurece su política de trabajo como señal de 'su autoridad'. Así comienza la fuga de talento, explica la académica y psicóloga industrial por la Universidad Autónoma de México (UNAM), Paloma Trejo.
En el momento que un colaborador plantea la posibilidad de migrar a otro lugar, dice la especialista, se debe "prender" una alarma para los jefes, quienes necesitan analizar si deben conservar o no a esa persona. Intentar persuadir al empleado no tiene porque ser costoso; su permanencia se puede lograr por otros medios distintos a lo económico, como darle reconocimiento.
Otros factores de que disparan el estrés en el trabajador y lo orillan a pensar en su "salida", es tener que realizar un trayecto demasiado largo de la casa a la oficina, 24% de los encuestados citaron esto como una razón para gestionar un cambio.
Casi dos de cada 10 se marcharía si las prácticas de trabajo flexible (home office) en su compañía estuvieran completamente limitadas, y casi un tercio de los trabajadores (28%) requirió que su horario de oficina fuera flexible.
Para los mexicanos," la gota que derrama el vaso" y los llevaría a marcharse del lugar donde actualmente se desempeñan, son factores como los colegas groseros e instalaciones miserables (15%), refiere el estudio.
México, al igual que los países a los que más impactó la crisis, como Estados Unidos, vive una situación especial con sus profesionistas. "Como la persona debe salir adelante con sus gastos, y el mercado laboral está en recesión, lo piensan dos veces antes de renunciar. Pero en el momento que haya una mejoría o si se les presenta otra alternativa, el empleado se va sin considerar, si quiera, un periodo para entrenar a su relevo. Esto lo deben evitar las empresas, perder a un buen recurso o que éste se vaya sin garantizar que sus funciones las puede retomar alguien más", subraya Trejo.
La encuesta también pidió a los trabajadores su opinión sobre lo que las empresas podrían hacer para evitar la pérdida de talentos. A diferencia de otros países, en México, un aumento salarial (45%) fue menos popular que el seguro médico privado (54%).
Y lo hacen por cinco razones: falta de promoción, de visión por parte de la compañía, de jefes que no saben o no comunican los objetivos de la organización, sobrecarga laboral, y un traslado largo de la casa a la oficina, señala una investigación realizada por el proveedor para soluciones de trabajo Regus.
La investigación confirma que 53% de los empleados encuestados considera abandonar su empleo actual porque su empresa no lo toma en cuenta para una promoción. Mientras que el 43% no se quedaría en la organización por la escasa comunicación que existe de parte de los directivos.
Algunas veces "al termino de las vacaciones de verano, los empleados realizan una reflexión sobre su actual empleo y el futuro que les ofrece. Diversos informes indican que México es uno de los países donde los colaboradores son más propensos a cambiar de trabajo en el próximo año", comenta la directora de Regus México, Mónica Cati Cerda.
Cuando los jefes se enfrentan a una renuncia, generalmente lo primero que viene a la mente es un empleado que busca "más dinero", pero detrás de esa decisión puede haber otras razones, por ejemplo, sentirse desmotivados porque no existe una línea clara de cómo hacer el trabajo, o hasta haber cambiado la oficina a una zona más alejada, describe el consultor de recursos humanos, Leigh Branham, autor del libro The 7 Hidden Reasons Employees Leave.
"Las personas hacen cosas para provocar la reacción del jefe, como empezar a evidenciar la falta de liderazgo en el grupo con los directores, o hasta tomar más tiempo para sus asuntos personales. Pero muchas veces, aunque el superior se percate de esa actitud no hace caso a las señales, sigue preocupándose por sacar lo urgente y hasta endurece su política de trabajo como señal de 'su autoridad'. Así comienza la fuga de talento, explica la académica y psicóloga industrial por la Universidad Autónoma de México (UNAM), Paloma Trejo.
En el momento que un colaborador plantea la posibilidad de migrar a otro lugar, dice la especialista, se debe "prender" una alarma para los jefes, quienes necesitan analizar si deben conservar o no a esa persona. Intentar persuadir al empleado no tiene porque ser costoso; su permanencia se puede lograr por otros medios distintos a lo económico, como darle reconocimiento.
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Otros factores de que disparan el estrés en el trabajador y lo orillan a pensar en su "salida", es tener que realizar un trayecto demasiado largo de la casa a la oficina, 24% de los encuestados citaron esto como una razón para gestionar un cambio.
Casi dos de cada 10 se marcharía si las prácticas de trabajo flexible (home office) en su compañía estuvieran completamente limitadas, y casi un tercio de los trabajadores (28%) requirió que su horario de oficina fuera flexible.
Para los mexicanos," la gota que derrama el vaso" y los llevaría a marcharse del lugar donde actualmente se desempeñan, son factores como los colegas groseros e instalaciones miserables (15%), refiere el estudio.
México, al igual que los países a los que más impactó la crisis, como Estados Unidos, vive una situación especial con sus profesionistas. "Como la persona debe salir adelante con sus gastos, y el mercado laboral está en recesión, lo piensan dos veces antes de renunciar. Pero en el momento que haya una mejoría o si se les presenta otra alternativa, el empleado se va sin considerar, si quiera, un periodo para entrenar a su relevo. Esto lo deben evitar las empresas, perder a un buen recurso o que éste se vaya sin garantizar que sus funciones las puede retomar alguien más", subraya Trejo.
La encuesta también pidió a los trabajadores su opinión sobre lo que las empresas podrían hacer para evitar la pérdida de talentos. A diferencia de otros países, en México, un aumento salarial (45%) fue menos popular que el seguro médico privado (54%).
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