21 de noviembre de 2010

El tiempo y el amor

No importa lo que diga, lo que crea o lo que haga, sin amor estoy en quiebra." En ocasiones nos conducimos como si las relaciones fueran algo que conseguimos introducir en nuestros planes. Hablamos de "hallar" tiempo para nuestros hijos o de hacer tiempo para las personas en nuestra vida. Damos la impresión de que las relaciones son apenas una parte de nuestra Vida, junto con tantas otras ocupaciones.

Lo que más importa en mi existencia son las relaciones y no los logros o la adquisición de bienes. Entonces, ¿por qué le prestamos tan poca atención a las relaciones? Cuando estamos muy ocupados, afectamos el tiempo que dedicamos a las relaciones, quitándoles la energía y atención necesarias.

La ocupación en múltiples actividades compite con las relaciones. Nos preocupamos en ganarnos la vida en realizar nuestro trabajo, en pagar las cuentas y en lograr metas como si vivir consistiera en cumplir esas tareas. No es así. El sentido de la Vida es aprender a Amar. El resultado de la resta "vida menos amor" es cero.

Es posible evaluar la importancia que le asignamos a algo considerando el tiempo que estamos dispuestos a dedicarle. Cuanto más tiempo le dedicamos a algo, más evidente resulta la relevancia y el valor que tiene para nosotros. Si quieres conocer las prioridades de una persona, fijate en cómo usa el tiempo.

El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar. Nuestro tiempo es nuestra vida. El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo.

No es suficiente decir que las relaciones son importantes, debemos demostrarlo en acciones, invirtiendo tiempo en ellas.

Las palabras por sí solas nada valen...

La esencia del amor no es lo que pensamos o hacemos o aportamos a los demás; antes bien, es cuánto entregamos de nosotros mismos. A los hombres en particular les cuesta entender esto. Muchos me han dicho: No puedo entender a mi esposa ni a mis hijos. Les proveo de todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren? ¡¡Te quieren a ti!! Quieren tus ojos, tus oídos, tu tiempo, tu atención, tu presencia, tu interés: tu tiempo. No hay nada que pueda suplir eso.

El mejor regalo de amor no son los diamantes ni las rosas ni los dulces. Es brindar tu concentración. El amor concentra tanto en otra persona que por un instante uno se olvida quién es.

La atención dice: "Te valoro tanto que te entrego mi bien más valioso: mi tiempo". Siempre que dediques de tu tiempo, estarás haciendo un sacrificio, y el sacrificio es la esencia del amor.

Es posible dar sin amar, pero no se puede amar sin dar.

Amar es entregarse: dejar de lado mis preferencias, comodidad, objetivos personales, seguridad, dinero, energía y tiempo para el beneficio de otra persona.

El mejor uso que le puedes dar a la vida es amar. La mejor expresión de amor es el tiempo. El mejor momento para amar es ahora.

Síntesis de varios textos del libro " Una vida con propósito" de Rick Warren

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